Tipos de rechazo


Uno de los principales problemas que presentan los trasplantes es el rechazo del órgano o tejido trasplantado. Este rechazo consiste en una respuesta bidireccional; por un lado, el paciente puede rechazar el injerto, pero también se puede desarrollar una respuesta inmunitaria del injerto contra el hospedador. Este último tipo de rechazo se conoce como GVHD (del inglés Graft Versus Host Disease) y consiste en la respuesta inmune por parte de las células inmunocompetentes del injerto contra el receptor del trasplante.
En base a la velocidad con la que se produzca, se distinguen 4 tipos de rechazo:
Rechazo hiperagudo
Se produce horas o incluso minutos después del trasplante. Hay una respuesta inmune al momento debido a que el cuerpo ya tiene anticuerpos preformados. Por tanto, el injerto se muere y hay que sacarlo.
Rechazo acelerado
Se manifiesta durante los primeros días tras el trasplante. Este tipo de rechazo, como el anterior, se suele producir debido a la existencia de anticuerpos preexistentes en el suero del receptor frente a las moléculas HLA del donante.
Rechazo agudo
Se produce en el primer mes postrasplante, o incluso pocas semanas después. Se debe a una respuesta celular contra el órgano. Al paciente se le administran esteroides y anticuerpos monoclonales. Como es de mal pronóstico, el paciente vuelve a estar en lista de espera para cambiar ese órgano por otro.
Rechazo crónico
Tiene lugar meses o años después de que el trasplante haya tenido lugar. No existe un tratamiento, hasta que dure el órgano.